Muy controvertida resultaron ser los dichos del ex candidato a la presidencia de la republica Joaquín Lavín Infante al señalar el pasado martes 9 de octubre en canal 13 que:
“Yo a la presidenta francamente le creo, le creo todo, yo me defino como Bacheletista-Aliancista”
Si bien es un paso importante ver un acercamiento entre la alianza ( o un sector de esta) y el oficialismo luego de los incesantes ataques realizados por la coalición derechista al gobierno por temas tales como el transantiago, empresas de ferrocarriles del estado (EFE), delincuencia, atención en hospitales, entre otros; y también por parte de la concertación en el congreso y por algunos medios de comunicación. No podemos pretender que ahora solo exista una tendencia política, o que las dos mas importantes de nuestro país mantengan una línea ideológica tan similar que se pierda la critica entre ellas para mejorar nuestra nación, llegando a un punto en que todos se declaren Bacheletista (o el apellido del presidente de turno) llegando a señalar que: “Yo le creo todo”, como lo hiso Joaquín Lavin. Esto no debe suceder en un país donde se practica la democracia por el simple hecho de que se perdería la heterogeneidad política y los ciudadanos no tendrían la posibilidades de elegir entre diversas posturas políticas ya que todas serian muy similares entre si.
Por esto nuestro país no puede permitir que se pierda la heterogeneidad política tan necesaria en un país como el nuestro para bien de todos y cada uno de los chilenos y además para el crecimiento de nuestra nación en todos los aspectos.
En definitiva, la crítica con respeto y emitida responsablemente nos permiten evolucionar y no perder la heterogeneidad en cualquier aspecto, en este caso político.
